LUIS PEDRO PEÑA SANTIAGO
El Diario Vasco. Domingo, 29 de junio de 1986
En la «V feria de artesanía contemporánea», el artista Anton Mendizabal
En nuestra capital, a partir del martes, en concreto del 1 al 6 de julio, en los salones municipales de exposiciones, se va a celebrar la «Quinta Feria Artesanía contemporánea». A ella acuden numerosos artistas de las más diversas regiones y comunidades, viendo trabajos de relieves pintados, alfombras, seda pintada, arenas teñidas, joyería, madera torneada, cestería, esmalte sobre metal, cerámica, y un largo etcétera de actividades. Sin duda ninguna constituirá una exposición digna de visitarse.
En esta «Feria de Artesanía Contemporánea», dentro de la artesanía vasca, se encuentra Anton Mendizabal, cuyo taller en Tolarieta (Oyarzun) es sobradamente conocido. Profesor de Historia del Arte, sus trabajos en torno a la talla en madera han destacado en los últimos años, manteniéndose fiel a los motivos tradicionales de Euskal-Herria, pero saltando hacia adelante en una evolución consecuente de esos mismos motivos.
Sus tallas han llamado la atención en los distintos «Circuitos de ferias de artesanía» (Bilbao, Donostia, Guecho, Arceniaga, Urrugne, Madrid, Gijón, Murcia, etc.), y en «Exposiciones de arte» tanto colectivas como individuales (Mauleón, Burdeos, Boucau, San Sebastián, Rentería, etc.).
Mendizabal ha llevado su singular trabajo a las kutxas, bancos, sillas, manka, plateros, aparadoras y mesas, pero donde
destaca por su originalidad es en la argizaiola, en la evolución estética de la argizaiola vasca, desde sus orígenes hacia una clara tridimensionalidad.
Y es que Mendizabal, partiendo de lo tradicional, realiza modelos renovados, y no copias. Su singularidad está en que basándose en las líneas formales tradicionales actualiza el diseño tanto estructural como decorativo. Sin duda ninguna, en una evolución estética de la argizaiola, se confirman al final las teorías del etnólogo y del antropólogo. Es decir, que la argizaiola vuelve a sus orígenes, que no fueron otra cosa que la estela antropomórfica y discoidea.
Este artista afincado en Oyarzun trabaja en madera de roble, pero respetando la coloración de la misma madera, sin adición alguna de colorantes externos y ajenos a la tabla. En algunoa manera provoca el propio tinte del material que talla. El acabado es siempre natural, a base de cera y carnauba.
Como me dijo en una ocasión el mismo Anton Mendizabal, él desearía que partiendo de un objeto tan propio y peculiar del País Vasco como es la argizaiola, se llegara a la creación de una obra que sin perder sus raíces sea inteligible en el lenguaje estético actual. Pero como este artista me confesó, es un camino larguísimo que no ha hecho más que empezar.
Seguiremos con interés la distinta obra que se expondrá en esta «Quinta Feria de Artesanía Contemporánea».